Juventud, divino tesoro

Juventud, divino tesoro.
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro
y a veces lloro sin querer

plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña.
en este mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura:
sonreía como una flor.
Era su caballera obscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente. fue,
para mi amor hecho de armiño,
Heroidas y salome...   


Comentarios

Entradas populares de este blog

Hobbies

francisco Antonio de Zela