Juventud, divino tesoro
Juventud, divino tesoro. ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin querer plural ha sido la celeste historia de mi corazón. Era una dulce niña. en este mundo de duelo y de aflicción. Miraba como el alba pura: sonreía como una flor. Era su caballera obscura hecha de noche y de dolor. Yo era tímido como un niño. Ella, naturalmente. fue, para mi amor hecho de armiño, Heroidas y salome...